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Mi viaje en el Yoga
Primeros pasos
Mi madre practicaba Yoga en casa durante el embarazo así que realmente puedo decir que absorbí el Yoga de la leche materna. En 1991, empecé formalmente a practicar Yoga Iyengar, enamorándome al instante de su fisicalidad terrenal como forma de soltar toda tensión física y mental. La relajación al final de las clases redujo la ansiedad que había esta sufriendo. En 2002, me gradué en Centro de Entrenamiento y Yoga-Terapia y empecé a dar clases. Supe enseguida que era lo que quería hacer durante el resto de mi vida.
“Cuando la cabeza, el corazón y las manos se unen, un momento ordinario puede volverse divino”
“Cuando la cabeza, el corazón y las manos se unen, un momento ordinario puede volverse divino”